Nacida de la idea de ofrecer a los jóvenes una motocicleta bonita, ágil y ligera, pero también cómoda para viajar y, sobre todo, confiable e incansable, la Laverda LZ 125 fue propuesta a principios de los años 80 como una alternativa económica a la más famosa (y elegante) Zündapp KS.
La idea surgió, como recuerda el propio Piero Laverda, de unos jóvenes turistas alemanes que, tras atravesar el paso del Brennero, descendieron por el Véneto para llegar a la costa adriática en pequeñas motos Zündapp de 50 y 80 cc. Motocicletas extremadamente fiables, muy diferentes de las 125 italianas refrigeradas por aire, que eran frágiles y se estropeaban a menudo.
“Durante esa misma época”, explicó el fundador y propietario de Laverda, “decidimos optar por una estrategia de producto corporativa, orientada a preparar y fidelizar a los clientes. Debíamos centrarnos en motores pequeños y medianos, y luego impulsar la transición de estos jóvenes motociclistas a modelos de mayor cilindrada, obviamente desde nuestra línea de producción. Fue por esta razón”, continúa Piero, “que en junio de 1977, al regresar de un viaje de negocios al norte de Europa, mi hermano Massimo y yo decidimos visitar Múnich, en la sede de Zündapp, para ilustrar nuestra idea”. Una idea que, como demostraron los meses siguientes, resultó ser ganadora: combinar el atractivo y el encanto de las motos italianas con un motor fiable, robusto, de alto rendimiento, refrigerado por líquido y, como era evidente, con la marca Zündapp.
El acuerdo tuvo una gran acogida, tanto que poco después la pequeña 125 LZ (donde la L significa Laverda y la Z, Zündapp) estuvo lista para su presentación oficial, que tuvo lugar unas semanas más tarde en el 45 Salón Internacional de la Bicicleta y la Motocicleta de Milán.
Un éxito inmediato

En Milán, al lado de sus hermanas mayores, la pequeña LZ no desentonaba, al contrario, llamaba la atención, parecía atractiva y bien proporcionada. Los pedidos llegan en grandes cantidades, tantas que ponen en dificultades a la empresa italiana. En el verano de 1978, apenas unos meses después de su presentación, se fabricó la primera tanda de 400 motocicletas, a la que pronto siguieron otras 200 equipadas con el motor monocilíndrico Zündapp de 175 cc. Dejando de lado estos últimos, que en Italia son casi completamente ignorados, las 125 también son populares entre los profesionales.
Las opiniones son unánimes: ágil, rápido, ligero, cómodo y fiable. Son buenos para uso urbano, pero también para viajes de larga distancia. Y también proporcionan satisfacción en la conducción deportiva. Los únicos defectos son la caja de cambios, lenta e imprecisa, el embrague, un poco “duro”, la suspensión, demasiado dura, y el sistema eléctrico, considerado de diseño antiguo. La guinda del pastel fue el precio: sólo 1.790.000 liras.
Los nuevos motores

Los nuevos motores, producidos por Laverda en lugar de Zündapp, que seguía suministrando la unidad térmica, llegaron principalmente como consecuencia de los numerosos problemas surgidos con la caja de cambios, el auténtico talón de Aquiles de la marca alemana.
«La relación de trabajo con Zündapp y su dirección», recuerda Massimo Laverda, «siempre ha sido excelente y, en ciertos aspectos, ejemplar en cuanto a seriedad profesional. Sin embargo, unos años después de iniciar la colaboración, solicitamos una transmisión y unos engranajes más modernos, acordes con los nuevos tiempos». Sin embargo, esta solicitud no fue aceptada debido al reducido número de pedidos, insuficiente para justificar la inversión necesaria para su construcción. “Así pues”, explica el fundador de la empresa italiana, “iniciamos un programa de trabajo en dos fases. La primera dio como resultado el modelo 125 LB con culata y cilindro Zündapp, pero con un nuevo cárter y una caja de cambios de 5 velocidades fabricada por Laverda. La segunda dio como resultado el modelo 125 LB1 con un motor íntegramente diseñado y fabricado en Breganze, incluyendo culata y cilindro”. Aunque fabricados de esta manera, los nuevos modelos, aunque valiosos, no lograron el mismo éxito que los primeros LZ, debido principalmente a los cambios de años, gustos y modas…