En estos momentos de cambio e incertidumbre en el mundo de la automoción, impera un criterio por encima de todo lo demás: la conducción eficiente, que nos permite ahorrar combustible y por tanto reducir las emisiones.
La conducción eficiente no es una actitud ajena al mundo motociclista. De hecho, en el último decenio la implantación de nuevos sistemas de gestión electrónica en las motos ha propiciado que el usuario motociclista participe en esa mejora de la eficiencia energética en su moto, una actitud que repercute positivamente en el propio usuario, porque una conducción eficiente ahorra combustible y energía, y beneficia a la economía del conductor, y al mismo tiempo contribuye a la mejora del medio ambiente porque consigue que se reduzcan las emisiones. Como se suele decir, es un “win-win” para todos.
Aunque no lo parezca, en esta gran mejora en la conducción motociclista tiene gran responsabilidad MotoGP. Desde que la nueva categoría se introdujo en el Campeonato del Mundo en 2002, la implementación electrónica se ha incrementado y ha sido fundamental en los sistemas de gestión. Algo tan sencillo como la inyección electrónica de combustible, abandonando los delicados e imprecisos sistemas de carburación, no se extendió a la generalidad de las motos hasta la llegada de MotoGP, donde la investigación en electrónica ha proporcionado un valioso conocimiento a todos los fabricantes motociclistas.
Incluso en las motos de campo con motor de ciclo “dos tiempos”, último reducto de los carburadores, se está comenzando a extender el uso de los sistemas de inyección, que son mucho más precisos y eficaces en su rendimiento, ahorran combustible, y reducen emisiones.
Las motos actuales, que se rigen por la normativa Euro 5, son claramente más eficientes y menos contaminantes que las motos de hace una década. En el año 2000, Honda, el mayor fabricante mundial de motocicletas con una producción anual de 19 millones de motores, anunció su compromiso para alcanzar en 2010 una reducción del 20% de sus emisiones. Y lo consiguió. Y en 2010 se comprometió a que en 2020 esa reducción alcanzara el 50% de las cifras que marcaba al inicio del siglo. Y volvió a conseguirlo. Y como Honda, el resto de la industria motociclista, cuya contribución a la mejora de la calidad medioambiental es indudable.
Ahora la industria espera la llegada de la futura norma Euro 5+, que ahondará en las exigencias de reducción de emisiones, pero dado que la industria motociclista ya se ha situado por debajo de las exigencias sobre emisiones contaminantes, la nueva norma se centrará en conseguir menor niveles de decibelios en los vehículos. Porque el ruido también contamina. Aun con todo y con eso, aprovechamos para aportarte unos cuantos consejos para que consigas reducir tu consumo y ahorrar en combustible por ti mismo.
Evita los cambios bruscos de velocidad
Como decimos, la eficiencia en la conducción es clave en la mejora medioambiental, porque a menos consumo de combustible, menos contaminación. La clave de una conducción eficiente reside en un manejo suave del vehículo, con una velocidad constante durante la conducción y sin cambios bruscos. Un conductor responsable y con cierta experiencia lo puede conseguir sin dificultades, pero incluso los más inexpertos se pueden beneficiar de las ayudas tecnológicas para alcanzar este objetivo.
Utiliza el “Start&Stop” de tu moto
Uno de los sistemas más sencillos y cómodos, que como suele suceder en el mundo de la automoción comenzó a implantarse en los automóviles, son los sistemas “Start&Stop”. Este gestor, que se ha hecho muy común en toda clase de vehículos, incluso en los scooters más sencillos, apaga el motor cuando el controlador del sistema detecta que la moto se ha detenido, bien sea por un semáforo o una parada prolongada. Durante ese tiempo el motor no funciona, no gasta combustible y no produce emisiones.
Después, basta con accionar el embrague para insertar una marcha, o simplemente acelerar en un scooter, para que el motor vuelva a ponerse en funcionamiento y reemprender el camino. Así de sencillo. Unos son más efectivos que otros, más sencillos o más suaves en su activación, pero el resultado es el mismo. En el caso de algunas motos de gran cubicaje que disponen de motores de varios cilindros, su gestión electrónica desactiva dos de los cuatro cilindros del motor cuando la moto se detiene –este es el caso de algunos modelos V4 de Ducati-, para reducir consumo y emisiones, y recupera el uso completo del motor al primer golpe de gas.
El control de velocidad en moto
Otro sistema muy avanzado que contribuye a mejorar la eficiencia energética en nuestra moto es el uso del control de velocidad, también disponible ya en gran número de modelos del mercado. Este dispositivo es ideal para los largos viajes por autopista ya que permite fijar una velocidad constante, sin tener que preocuparse del acelerador, que es gestionado directamente por la centralita electrónica de la moto. Con él se consigue un consumo estable y un notable ahorro.
La reciente implantación de sistemas de radar en las motos ha llevado al desarrollo del control de velocidad adaptativo, que no se limita sólo a mantener una velocidad constante, sino que gracias al radar rastrea el carril y cuando detecta un vehículo en la trayectoria adapta la velocidad a una distancia de seguridad que considera adecuada, y cuando el sistema percibe que puede recuperar la velocidad establecida, acelera de nuevo para alcanzarla, siempre forma suave y eficiente.
Juega con la inercia de tu moto
Pero no sólo los sistemas electrónicos de gestión son los responsables de la conducción eficiente, también la actitud del piloto cuenta muchísimo para conseguirla. A la hora de conducir, aprovechar la inercia de la moto es importante. En ocasiones, cuando el trazado de la carretera lo permite, basta con cortar gas sin frenar para abordar una curva aprovechándose de la inercia que se arrastra, acelerando con suavidad en la salida. Si se frena bruscamente se reduce mucho la velocidad y eso obliga a acelerar con energía de nuevo, consumiendo más combustible. Y en las bajadas pronunciadas, la propia inercia de la moto hará que el motor gire y siga en funcionamiento sin necesidad de acelerar ni inyectar gasolina en interior.
Realiza un buen mantenimiento de tu moto
También es fundamental un correcto mantenimiento de la motocicleta. Circular con los neumáticos con la presión adecuada es clave, porque una baja presión incrementa el área de rozamiento del neumático provocando mayor desgaste y un consumo más elevado. La regularidad en la limpieza del filtro del aire, para conseguir que el sistema de admisión “respire” correctamente es importante, al igual que un correcto tensado y lubricado de la transmisión por cadena, para evitar innecesarios desgastes y rozamientos que perjudiquen la marcha.
Utiliza combustible de calidad
Usar un combustible de calidad es importante para conseguir que la combustión en el motor sea la correcta, mejorando la eficiencia y evitando la expulsión de hidrocarburos no quemados, que son altamente contaminantes.
Utiliza el equipamiento adecuado
Tampoco se nos puede olvidar llevar un equipamiento adecuado. Hay que evitar prendas que flaneen, que supongan un freno aerodinámico y por tanto aumenten el consumo energético. En definitiva, la eficiencia energética se alcanza con la suma de un conjunto de cosas. No hay una varita mágica para lograrlo, sino que hay que tener una actitud responsable y ser constantes.
Consulta el tráfico de tu ruta
Y, finalmente, aunque no sea algo imprescindible, es recomendable consultar el estado del tráfico de la ruta que vamos a tomar para evitar atascos y, por lo tanto, una conducción intermitente. En otras palabras, si encontramos retenciones en algún punto de las vías por las que vamos a circular y no podemos desplazarnos a una velocidad constante, el consumo de nuestro combustible será mayor. En definitiva, siempre y cuando podamos tomar otras rutas alternativas antes de ser absorbidos por la congestión, ahorraremos combustible… y tiempo.
Fuente: Box Repsol / Juan Pedro de la Torre
