Tres Zero completan con éxito la Rider 300 y abren camino a la movilidad eléctrica en las citas ruteras de largo recorrido.
La electricidad ha hecho historia en la última edición de la Rider 1000, la emblemática cita motociclista que lleva a los participantes a recorrer con sus motos 1.000 kilómetros en un día. Tres participantes completaron la Rider 300, modalidad donde el recorrido es de 300 kilómetros, al manillar de sus Zero Motorcycles, demostrando que la movilidad eléctrica también tiene tu sitio en este tipo de pruebas.
Miguel Ángel y Peter, llegados desde Madrid con sus Zero S, y Víctor, desde Sant Cugat del Vallès con su Zero SR/S, se unieron para afrontar juntos esta aventura sobre dos ruedas. El itinerario, con salida y llegada en Manlleu, enlazaba lugares como Coll d’Ares, Puigcerdà, Francia, atravesando los majestuosos paisajes del Pirineo Oriental y la Garrotxa catalana. Más de 300 kilómetros de curvas, desniveles y vistas espectaculares que se convirtieron en el mejor escenario posible para una demostración de eficiencia eléctrica.
Durante la ruta, no faltaron las anécdotas: una carretera cortada les obligó a improvisar un desvío y adaptar sobre la marcha los planes de carga. También descubrieron los retos —y ventajas— de usar cargadores rápidos en territorio francés. Pero como apunta Miguel Ángel: «Una vez ya en Manlleu, el sábado nos reunimos con Víctor y su SR/S, cogimos nuestras Zero S 2018 y empezamos la ruta sobre las 12:00 (literalmente fuimos los últimos en salir), estábamos en torno a un 95% de carga cuando salimos, dimos un montón de vueltas por Manlleu hasta que fuimos capaces de entendernos con las indicaciones del gps y unas obras que nos cortaban el camino, a pesar de las vueltas la batería nos llegó sin problemas para alcanzar el primer punto de control en Col d’Ares, el que menos batería tenía de nosotros tres rondaría el 30%, así que la subida hasta allí se hizo perfecta y sin dramas».

«Después de sellar el punto de control y la foto de rigor continuamos la ruta bajando hasta el siguiente punto de control en Marqueixanes, como nos iba haciendo falta cargar nos paramos en un punto de carga en Francia que estaba justo en la misma ruta (en Prats-de-Mollo-la-Preste). Activamos el punto de carga simplemente metiendo los datos de la tarjeta de crédito, sin subscripciones ni descargar ninguna aplicación (como debería ser en todos los puntos de carga), montamos todo el tinglado de cables y TC Chargers que nos había prestado Fernando Tallón y cargamos hasta un 90% más o menos, en cosa de 1 hora.»
«Continuamos del tirón hasta Puigcerdà, total desde que cargamos en Prats-de-Mollo-la-Preste y Puigcerdà había menos de 150 km, así que podíamos hacerlos del tirón sin problemas, al final las subidas de montaña no se gasta tanto como la gente cree, ya que se va a velocidades más bajas y entra dentro de una conducción más o menos eficiente. En Puigcerdà encontramos un cargador justo al lado del punto de control, pero era carga en CCS que no podemos usar en estas motos, así que en un parking subterráneo un poco más alejado del punto de control encontramos varios cargadores activables con Electromaps, en este punto el que menos batería tenía era un 7% así que tocaba carga larga para hacer el último tramo, lo cual nos venía genial para cenar mientras las motos cargaban. Llegamos a Manlleu con un 55% más o menos sobre las 2:00 de la mañana del domingo. Hicimos un buen grupo con Peter y Víctor, y fuimos solucionando todos los problemas. Tal vez pecamos un poco de novatos, pero fue emocionante y muy divertido”.
Para quien no haya probado una moto eléctrica cabe destacar que las Zero Motorcycles sorprenden desde el primer metro. No hay marchas, no hay embrague, no hay ruido. Solo aceleración inmediata y una conducción suave y lineal. El silencio de marcha permite disfrutar del entorno de una forma completamente nueva. Tampoco hay calor procedente del motor, ni vibraciones, ni mantenimientos frecuentes. Una forma de moverse sobre dos ruedas que empieza a conquistar a más usuarios.
Además, la red de recarga pública crece a buen ritmo, tanto en España como en Europa. Cada vez es más fácil planificar rutas largas, y las propias Zero permiten consultar desde la app el estado de carga y localizar puntos cercanos. Con cierta organización, viajar en eléctrico ya no es un obstáculo, sino una experiencia distinta y enriquecedora.
La participación de estas tres Zero en la Rider 300 no solo marca un hito dentro del evento, sino que confirma que la movilidad eléctrica ha llegado también al mundo del mototurismo. Y lo ha hecho para quedarse. Porque sí, con una eléctrica también se puede viajar, vivir la aventura y disfrutar del placer de conducir por carreteras inolvidables.
