Nacida en Bérgamo a principios de los años 50, la Rumi 125 Sport fue fabricada artesanalmente en la fundición más avanzada de la empresa. Había muchas peculiaridades que lo diferenciaban de los demás, empezando por el inusual bicilíndrico horizontal en lugar del «habitual» monocilíndrico.
La Rumi 125 Sport, que llegó al mercado a principios de la década de 1950, logró combinar el diseño y la funcionalidad de estilo italiano con una gran simplicidad. Una motocicleta que dejó una huella importante en la historia de las dos ruedas, así como una cicatriz en los corazones de muchos entusiastas (nostálgicos).
Producida entre 1951 y 1958, la Rumi 125 Sport destacó inmediatamente por su motor (un pequeño bicilíndrico horizontal de dos tiempos en lugar de los muy comunes motores monocilíndricos), así como por su estilo y su parte ciclo, con ese largo chasis “arm-braced” (en lugar del monobloque o doble cuna cerrada tan popular en la época) y la sugerencia de un carenado aerodinámico. Cuando se lanzó, a finales de 1950, el modelo Turismo 125 ya llevaba unos meses a la venta, es decir, el primer Rumi que se comercializaba, pero la presentación oficial tuvo lugar en el Salón de Milán, celebrado en abril del año siguiente. No es casualidad que el motor Sport sea, aunque con algunos ajustes, el diseñado específicamente para el modelo Turismo por Pietro Vassena, técnico especialista en motores marinos…
Artesanía local

Cada componente de las motocicletas Rumi se forja en la fundición altamente avanzada de la empresa, el verdadero corazón de la innovación. Aquí, gracias a sistemas de última generación de fundición de aluminio y bronce, se crearon las piezas más cruciales, pero no sólo eso: engranajes, cigüeñales y bielas también se fabricaron internamente, con un cuidado minucioso y una precisión envidiable. Allí, la producción no seguía el ritmo frío de la cadena de montaje, sino los tiempos de la artesanía donde cada trabajador estaba involucrado en el proceso desde el nacimiento hasta la creación final de la motocicleta. De cada ocasión nació una obra maestra.

El motor Rumi 125 Sport es una pequeña concentración de soluciones no convencionales. Además de la inusual disposición horizontal de los dos cilindros, llama la atención ese curioso crecimiento en la corona del pistón, conocido como “deflector”. Una elección técnica muy deseada por Donnino Rumi, que la ha mantenido en toda la gama, desde el Sport hasta los demás modelos de la casa bergamasca. Se trata del denominado “sistema de deflector de doble fregado”, amparado por una patente de Rumi, que era una alternativa al sistema de pistón plano Schnurle, más extendido y que era estándar en los motores de dos tiempos de la época. El motor en sí es un motor horizontal de dos tiempos con cilindros de hierro fundido y culatas de aluminio, además de cárteres y tapas de aleación de aluminio. En comparación con el Turismo, el Sport era más potente, con 8,5 CV a 6.500 rpm, frente a los 6 CV a 4.800 rpm del Turismo. La transmisión primaria es por engranajes helicoidales, mientras que la transmisión secundaria es por cadena. El embrague multidisco en baño de aceite, combinado con una caja de cambios en cascada de cuatro velocidades de acoplamiento constante. Todo esto para una velocidad máxima de casi 100 km/h con un consumo de combustible de 3,4 litros a los 100 km.
El chasis, particularmente ligero (sólo 7 kg), es una especial doble cuna abierta de tubos de acero, sostenida por largos “soportes” que se fijan al motor. Se combina con una horquilla telescópica con dos muelles por vaina (horquilla telehidráulica desde 1953) en la parte delantera y un basculante con muelles “antagónicos” con sistema de rueda guiada en la parte trasera. Los frenos son de tambor centrales de 140 mm, mientras que las ruedas son de radios de 19” (21” bajo pedido). Todo esto para un peso en seco de 92 kg.
Un “éxito” mundial

En 1950, la producción diaria alcanzó las 35 unidades entre los modelos Turismo y Sport, pero fue en 1953 cuando la empresa entró en una nueva fase, duplicando la producción hasta alcanzar las 60 motocicletas diarias. La gama se enriquece con nuevos modelos diseñados para satisfacer las diferentes necesidades de un mercado en constante crecimiento. Rumi no se limitó a satisfacer la demanda interna, sino que comenzó a mirar más allá de las fronteras nacionales, formando alianzas con importadores en Europa, Estados Unidos y en territorios más lejanos como África, Japón, Indochina y Sudamérica, iniciando así una fase de expansión comercial.
El final de la historia

La producción de la Rumi 125 Sport finalizó en 1958, en parte debido a la inevitable transición hacia la producción de motocicletas más potentes y modernas, y en parte debido a la creciente competencia. Con la llegada de modelos más avanzados y la evolución de la tecnología, el ciclo de vida de la Rumi 125 Sport llegó a su fin en 8 años, pero continuó siendo un modelo que contribuyó a fortalecer la reputación de la marca y su importancia en la escena motociclista italiana de los años 50.