Si eres entusiasta de las motos de antaño, te gusta moverte a tu aire, con parsimonia y el ajetreo y ritmo frenéticos actuales no va contigo, la Bullet y su filosofía casarán a la perfección contigo. Se trata de una moto moderna construida con ecos del pasado: materiales, diseño, motor… hasta el cambio de marchas es de los de antaño con cinco marchas. Una mirada al pasado desde el presente.
POR LUIS LÓPEZ LOZANO • FOTOS ISRAEL GARDYN
La Royal Enfield Bullet 350 es una moto muy peculiar. Si eres fiel seguidor de la revista que ahora tienes entre tus manos, me habrás leído más de una vez lanzar odas entorno a las motos de corte clásico. Unas alabanzas que se justifi can en la profusión del amor que siento por los orígenes de la moto, en mi caso en gran parte provocado por haber nacido y crecido entre motos españolas, anteriores y posteriores al período transicional que vivió España a mediados de los años 70.
Como puedes imaginar, esta Bullet encajaría muy bien con mis gustos e inquietudes, provocando esa chispa de emoción que se mantiene viva después de trabajar durante más de tres décadas como periodista probador. Pero lo que ha sucedido es que la realidad ha superado a la fi cción y esta británica, de enorme éxito en países como India donde ha sido manufacturada y se vende como rosquillas, ni siquiera es equiparable a la gloriosa industria nacional en su mejor momento, cuando fuimos capaces de mirarle a los ojos a la todopoderosa Italia en el Mundial de Velocidad, hoy MotoGP, logrando cetros mundialistas con pilotos y motos de aquí. Pero esa es otra historia que, como te digo, ni siquiera es capaz de enraizar con la moto que aquí nos ocupa, por mucho calado retro del que haga gala que, según lo que tratemos, le da la vuelta al planteamiento inicial para volverse en su contra.
20 CV Y CASI 200 KG
Comencemos por el motor. Se trata de un monocilíndrico capaz de ofrecer una potencia de 20 CV a poco más de 6.000 vueltas. De acuerdo, puede parecer poca “chicha”, pero hay que tener en cuenta que se trata de una moto de tintes clásicos con la que no vas a disputar el Gran Premio madrileño de El Retiro; esta moto es para plácidos desplazamientos de un lado a otro de la ciudad, sin prisa y más bien con pausa. Ten en cuenta que los 20 CV indicados deben mover los casi 200 kg del conjunto (195 kg declarados) y añadir el correspondiente al piloto. Imagina por un momento las prestaciones y el rendimiento que puedes obtener de una moto con estas características. Mientras tanto, en su dotación no encontramos ópticas LED ni nada por el estilo, simplemente porque esta Royal Enfi eld no lo requiere. Las formas redondeadas acompañan a cada una de las lámparas que incorpora, a juego con el resto de la moto donde queda demostrado que la redondez no es solo una característica más de lo retro, sino que al tiempo es bella.
Por ejemplo, la instrumentación consta de una esfera donde se concentra la información disponible, apenas descargada mediante una pantalla LCD pequeña, a sus pies, rompiendo así con la más férrea disciplina clásica. Esta corriente también acaba derivando en los mandos de las piñas, que yo defi niría más como conmutadores que botones o pulsadores. Todo encaja en una moto que mira al pasado, haciéndolo de reojo con el presente. Hay más ejemplos de ello, como el asa del pasajero, un aditamento simple, de sección redonda, que recorre la zaga del asiento y que, en este caso, no requiere de mayor ciencia al no necesitar asirse a ningún lado en caso de que te acompañen desde atrás.
Ya que hablamos del asiento, este muestra unas costuras transversales muy de épocas pasadas una vez más, si bien aquí he de darle la razón al ingeniero encargado de ello: será más o menos atractivo, sería más o menos auténtico si lo divides en dos plazas separadas o en una pieza con ligera altura en su partición, pero la verdad es que es tan cómodo como agradable ponerte a los mandos de esta moto sentándote aquí. En general, la ergonomía recuerda los tiempos de los manillares altos, con los estribos adelantados mientras posabas el culo en asientos de estilo guitarra. En este caso, las aletas, las barras de horquilla, el motor y el escape en negro supondrían un toque de deportividad en los años 60 y 70. Hoy no es más que un recurso estilístico que probablemente nuestros padres y abuelos aplaudirían enfervorecidos. Si encaja con tu estilo estarás de enhorabuena, porque no encontrarás muchas otras como esta Bullet por ahí, cuyo nombre por cierto daría para otra disertación debido a su extenso legado histórico.
EN PARADO
Pero volvamos al presente, porque la Bullet 350 está esperando en el garaje para comenzar a dar un paseo y organizar las ideas que desembocan en esta prueba. He de confesar que no tenía en mi memo ria los guarismos que rodean a esta creación india, simplemente porque me llamaba más la atención su estética que el propio rendimiento en sí. Tal vez fue la mejor manera de darme de bruces con la realidad, experimentando sobre el terreno lo que cada semáforo o cada atasco depara a sus mandos. Una vez consigues bajar del caballete central la moto mientras el motor se calienta, aparecen las sen-saciones que tuve con una gloriosa Sanglas 400 que había pertenecido a la Guardia Civil de Tráfico en los años 70… pero con la mitad del motor de la española. Casi puedes contar las pistonadas del “mono” al ralentí, lo que se repite cuando insertas primera para iniciar la marcha.
El motor de carrera larga es más que tranquilo, a veces soporífero cuando abordas una vía de circunvalación para darte cuenta de que te será prácticamente imposible rozar los 120 km/h, con una brizna de aire por medio. Pero entre calles la moto se mueve con una extraordinaria parsimonia, lenta pero firme, con un motor que no busca subir de vueltas, sino que cambies de marcha al estilo taxista con coche propio, es decir, a no más de 1.500 vueltas de su diésel… de tu gasolina. Hay mucho peso en juego, y rectificar cuando un coche se te echa encima es una labor más que ardua. Tampoco va sobrada de frenos, y solo cuando llegas a tu destino y te quedas mirando a su estampa, eres consciente de la moto en la que te has movido hasta hace unos instantes.
CONCLUSIÓN
Siempre me han enamorado las motos clásicas y las neoretro, que mezclan el pasado con el presente. La Royal Enfield Bullet 350 se ha quedado anclada en tiempos pretéritos donde la moto robusta y pesada era la más idónea para pisar adoquines y calles de asfalto maltrecho o de tierra. Hoy día no tiene mucho sentido un modelo de estas características para nuestro mercado, com un precio que incluso supera los 5.000 €.
FICHA TÉCNICA
ROYAL ENFIELD BULLET 350
Motor Monocilindrico, 2v, refrig. aire
Cilindrada 349 cc
Potencia 20 CV a 6.100 rpm
Par 27 Nm a 4.000 rpm
Nº Marchas 5 relaciones
Vel. Máxima 120 km/h
Chasis Estructura tubular en acero
Suspensión delantera Horquilla convencional, barras de 41 mm, rec. 130 m
Suspensión trasera 2 amortiguadores
Freno delantero Disco de 300 mm, pinza doble pistón
Freno trasero Disco de 270 mm, pinza de un pistón
Neumático del. 100/90 – 19
Neumático tras. 120/80 – 18
Distancia entre ejes 1.390 mm
Altura asiento 805 mm
Peso 195 kg
Depósito 13 litros
Consumo 4,4 l/100 km
PVP Desde 5.087 €
VALORACIÓN
ROYAL ENFIELD BULLET 350
Diseño 3
Prestaciones 2
Comportamiento 2
Suspensiones 3
Frenos 2
Consumo 3
Precio 2